Iniciar un tratamiento de nutrición para lograr tus objetivos puede ser complicado cuando eventos como cumpleaños, fiestas o vacaciones interrumpen tu plan. Al principio, esto puede generar estrés porque parece que todo tu esfuerzo se desperdicia. Pero la realidad es diferente pero eso no elimina la preocupación de tú peso después de un fin de semana de excesos.
¿Qué pasa con tu peso?
Es crucial entender que existen varias formas de medir tu progreso, y el peso no es la mejor opción. Tu peso puede variar a lo largo del día debido a tu estilo de vida y decisiones. Esto sucede porque refleja distintos componentes de tu cuerpo, como agua, músculo, grasa, huesos y más. Usar solo el peso para medir tu avance te dará poca información útil.
Lo que la mayoría busca es reducir o mantener su grasa corporal y aumentar o mantener su masa muscular. Sin embargo, la cantidad de agua en tu cuerpo puede provocar cambios significativos en tu peso. Por eso, a menudo vemos un cambio drástico después de una comida fuera de lo común. A continuación, te explicaré claramente cómo funciona este fenómeno.
Cuando sigues un régimen alimenticio, tu cuerpo necesita utilizar sus reservas de energía. Aunque nos gustaría que fuera grasa, primero usará el glucógeno almacenado, que es la forma más rápida de obtener energía. Al consumir menos calorías de las que necesitas, tu cuerpo empieza a gastar estas reservas de glucógeno, de 200 a 400 gramos aproximadamente. Puede no parecer mucho, pero cada gramo de glucógeno requiere cuatro gramos de agua para almacenarse correctamente. Así que, al agotar las reservas de glucógeno, también pierdes entre 800 y 1600 gramos de agua.
¿Y esto como me afecta?
Al comenzar un régimen alimenticio, podrías perder hasta 2 kg sin que esto implique una pérdida de grasa.
En primer lugar, esto puede ser motivador al ver resultados rápidos. Pero lo que se va fácil, regresa fácil.
Imagina que llevas meses en tratamiento y has tenido avances constantes, pero surge un compromiso como una fiesta, cumpleaños, vacaciones o un fin de semana de antojos. Al día siguiente, temiendo haberte excedido, decides pesarte.
Sorprendentemente, ves un aumento de 2 kg en comparación con el día anterior. ¿Cómo es posible? ¿Qué sucedió? Pues es el proceso inverso de lo que mencionamos antes.
Cuando aumentas tu ingesta de alimentos, tu cuerpo repone sus reservas de glucógeno y, al mismo tiempo, almacena más agua. Esto no significa que hayas perdido todo tu progreso o que debas empezar de nuevo, sino que es parte del proceso.
Y entonces… ¿Qué hago?
A continuación, te dejo algunas recomendaciones para la próxima vez que rompas tu dieta, para que puedas seguir confiando en tu progreso:
- Evita pesarte justo después de uno o dos días de romper tu dieta. Tu cuerpo necesita tiempo para volver a la normalidad.
- Toma tus mediciones en un momento específico del día y de la semana, para mantener consistencia entre ellas.
- Ten en cuenta que tu peso puede variar por múltiples factores, desde los más simples (como haber comido recientemente) hasta los más específicos (como estar en tu periodo o tener una enfermedad estomacal).
- Si es posible, pésate siempre en ayunas y después de ir al baño.
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